“Our own life has to be our message” dijo Thich Nhat Hanh y, verdaderamente, este maestro encarnó con su vida lo que quiso transmitir y enseñar de diferentes formas: como poeta, como activista por la paz y como maestro espiritual.
Es conocido básicamente por dos facetas, la de revolucionario pacífico y por sus enseñanzas sobre la atención plena. Thich Nhat Hanh dedicó su tiempo y su obra a la necesidad de transportar al ámbito cotidiano del día a día la compasión o intención genuina de amor que surge de la atención consciente, así es cómo casan estas dos facetas y estas dos líneas y devienen una sola.
Su profundo activismo en contra de la violencia toma forma cuando estalla la guerra en su país natal, Vietnam. Thich Nhat Hanh nació en 1926 en la región central de Vietnam y a los 16 tomó los hábitos como novicio en un monasterio. Cuando se inicia la guerra no se ciñe a seguir con la vida contemplativa que había escogido, sino que decide aunarla con la actividad de ayudar a quienes más sufrían el hambre y los bombardeos. De éste tomar partido partiendo de la tradición contemplativa en la que se refugiaba acuñó el término "budismo comprometido", que sale a la luz por primera vez en su libro llamado Vietnam: Lotus in en Sea of Fire. “Que el beneficio de la transformación personal sea por el beneficio de la sociedad entera” ésta fue su aspiración y su mensaje, tal y como se ve en una de sus caligrafías, donde solía condensar el núcleo de sus enseñanzas:
Meditar no tiene como objetivo tan sólo pacificar la mente sino que hace sentido cuando el beneficio que se obtiene permite a uno/a, también, poder ser de beneficio a los demás, así lo explicaba: “meditar no es huir de la sociedad: es volver hacia uno mismo y ver lo que está pasando. Una vez lo hemos visto, debemos actuar. La plena conciencia nos ayuda a saber qué hacer y qué no hacer para ayudar”.
En una entrevista en 2014 le preguntan qué es lo que aprendió de la guerra de Vietnam, y responde que todas las guerras tienen su origen en la misma causa: el pensamiento incorrecto. Dominados por la ira y el miedo no comprendemos el propio sufrimiento ni el del enemigo. Así, la guerra no es un acontecimiento irrefrenable de la condición humana, sino que es la falta de sabiduría y comprensión lo que nos conduce al papel de víctimas y opresores. Esta idea queda plasmada en sus palabras de la siguiente manera: “la paz no es simplemente la ausencia de violencia; es el cultivo de la comprensión, la visión y la compasión, combinados con la acción”.
Thich Nhat Hanh viajó infatigablemente por todo el mundo difundiendo el mensaje esperanzador y urgente de paz y fraternidad con el objetivo de disuadir a los líderes occidentales de continuar con la guerra de Vietnam.
Se dice que es un líder espiritual global puesto que ha extendido y aplicado la visión budista en diversos ámbitos de la sociedad: el educativo, el empresarial, el tecnológico y la crisis medioambiental. Así, ha sido un maestro pionero en llevar a Occidente desde principios de la década de 1970 la práctica del mindfulness (atención plena) y desarrollando fórmulas nuevas de aplicar la sabiduría antigua traduciéndola a las necesidades y retos de aquella época .
Dalai Lama habla así de él: "Thich Nhat Hanh nos muestra la conexión entre la paz personal, el interior, y la paz en el mundo".
El precioso mensaje de Thich Nhat Hanh es su valioso ejemplo.
Y, para terminar, dejamos un poema que escribió en 1978 durante la época de los “boat people”, una oleada de refugiados que mal huyeron de Vietnam por el mar con barcos precarios, y que lleva por título “Llamadme por mis Verdaderos Nombres”:
Llamadme por mis verdaderos nombres
No digáis que partiré mañana,
pues aún estoy llegando.
Mirad profundamente; estoy llegando a cada instante,
para ser brote de primavera en una rama,
para ser pajarillo de alas aún frágiles,
que aprendo a cantar en mi nuevo nido,
para ser mariposa en el corazón de una flor,
para ser joya oculta en una piedra.
Aún estoy llegando para reír y para llorar,
para temer y para esperar.
el ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte
de todo lo que vive.
Soy un insecto que se metamorfosea
en la superficie del río.
Y soy el pájaro que se precipita para tragarlo.
Soy una rana que nada feliz
en las aguas claras del estanque.
Y soy la serpiente acuática
que sigilosamente se alimenta de la rana.
Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos,
mis piernas tan delgadas como cañas de bambú.
Y soy el comerciante de armas
que vende armas letales a Uganda.
Soy la niña de doce años,
refugiada en una pequeña embarcación,
que se arroja al océano
tras haber sido violada por un pirata.
Y soy el pirata,
cuyo corazón es aún incapaz
de ver y de amar.
Soy un miembro del Politburó
con todo el poder en mis manos.
Y soy el hombre que ha pagado
su “deuda de sangre” a mi pueblo
muriendo lentamente en un campo de concentración.
Mi alegría es como la primavera, tan cálida
que hace florecer las flores en la Tierra entera.
Mi dolor es como un río de lágrimas,
tan vasto que llena los cuatro océanos.
Llamadme por pis verdaderos nombres, os lo ruego
para poder despertar
y que la puerta de mi corazón
pueda quedar abierta,
la puerta de la compasión.
Comentarii