Parece indudable el reto que supone hallar aquello que tenemos en común y saber, al mismo tiempo, respetar y señalar las diferencias que existen con los demás. La magnitud de una empresa así aumenta cuando esta misma operación se lleva a cabo entre diferentes tradiciones filosóficas o religiosas con un nexo común. Cuanto mayor sea el parentesco entre las posturas, el riesgo de que una de las voces subsuma, anule o ningunee a la otra se acrecienta. Por esta razón, Budismo. Un maestro, muchas tradiciones, que firman Su Santidad el Dalái Lama y la monja Thubten Chodron, es raro y valioso: la pretensión de este trabajo es la de revisar en qué coinciden y difieren las tradiciones budistas mediante un diálogo respetuoso y fructífero. Para ello los autores examinan los grandes principios del budismo, que, aunque estén regidos por un mismo horizonte, se han expresado y practicado de distintas formas.
La obra ofrece un recorrido de la evolución del budismo desde sus orígenes, hace aproximadamente 2.600 años, hasta la actualidad. Las dos vías principales de esta religión se enmarcan en las tradiciones palis y sánscritas: las primeras, practicadas principalmente en el sudeste asiático y Sri Lanka; las segundas, en Asia oriental y Tíbet. Como se explica en el libro, desde la tradición sánscrita se considera que la diferencia entre los vehículos o senderos budistas depende de “su motivación para alcanzar un objetivo específico, su objeto de meditación principal y la cantidad de mérito y tiempo necesarios para lograr sus objetivos”. A pesar de que existen tres cánones (el tibetano, el chino y el pali), todos ellos comparten tres “cestas” o tipos de enseñanzas: la de la disciplina monástica, la de la concentración meditativa y la de la sabiduría.
Si bien el trabajo se adentra en cuestiones específicas acerca de, por ejemplo, qué hay de similar entre la idea de las cualidades que debe reunir un Buddha, las distintas propuestas de prácticas meditativas o lo común de la vida monástica en las dos tradiciones, resulta de especial interés ver cómo el Dalái Lama y Thubten Chodron se enfrentan a algunos de los elementos filosóficos fundamentales del budismo. Como explican los autores, la mayoría de estos principios convergen: tanto en la tradición pali como en la sánscrita, tienen preponderancia los conceptos de “impermanencia”, “surgimiento dependiente”, “naturaleza insatisfactoria de la existencia”, “no-yo” o “vacío”, entre otros; sin embargo, en algunos casos las definiciones divergen. Es en estos fragmentos cuando se revela el empeño de los autores por hallar una definición que se adapte a las diferentes tradiciones, manteniéndose fiel al núcleo de las enseñanzas budistas, las “cuatro nobles verdades”. Resultan especialmente interesantes los capítulos “Ausencia de sí mismo y vacío” y “Surgimiento dependiente”, por esclarecer que el nihilismo está erróneamente asociado al budismo sin que se caiga entonces en el eternalismo, la convicción de que los fenómenos tienen una realidad sustancial y permanente. También las páginas dedicadas al bodhichitta –el compromiso de alcanzar el despertar último para el beneficio de todos los seres– alumbrarán aspectos de esta idea fundamental de la tradición sánscrita, especialmente para quienes hayan tratado con mayor profundidad esta tradición y desconozcan su rol en el canon pali.
En ocasiones sorprende la propuesta, diríase utilitarista, del Dalái Lama en el caso de que se den visiones totalmente distintas acerca de una misma cuestión. Puede que el lector occidental no esté acostumbrado a que, ante dos perspectivas aparentemente irreconciliables, la sugerencia por parte del autor sea la de acogerse a aquella visión que le resulte más pertinente según sus circunstancias personales. Parte de esta recomendación se debe a un intento por reconocer el valor de la otra tradición. Sin embargo, en el prólogo, Thubten Chodron asume que el lector estará familiarizado con el pensamiento budista: eso explica el que, en algunos pasajes, Su Santidad prescriba –y no tan solo describa– ciertas prácticas. Por esta misma razón puede entenderse el porqué de la ausencia de algunas explicaciones conceptuales y la asunción por parte de los autores de ciertos principios que, para un lector familiarizado con un método de exégesis crítico, puedan resultar inverosímiles o escasamente fundamentados. Budismo. Un maestro, muchas tradiciones obliga a plantearse hasta qué punto tiene sentido y es posible el acceso a un corpus religioso desde sus márgenes.
Es cierto que algunas partes son asequibles para un amplio espectro de lectores –especialmente aquellas que deben pertenecer a algunas de las conferencias públicas de Su Santidad que conforman el libro–, pero no nos encontramos ante un manual ligero para aproximarse al budismo. Precisamente por ello es un trabajo necesario: muestra el rigor, la riqueza y la complejidad que amparan el pensamiento budista.
DALÁI LAMA, Thubten Chodron. Budismo. Un maestro, muchas tradiciones. Barcelona: Herder Editorial, 2016. 413 páginas.
Esta reseña fue publicada en el último número de la revista Ars Brevis, de la Universitat Ramon Llull.